Personaje: Frida Aguilar

Dibujo del 14/VIII/13

Nombre: Frida Aguilar
Especie declarada: Calavera aullante (cempasúchil)
Fecha de nacimiento: 14 de agosto de 1691
Origen: Tempoal, México.
Apariciones (por orden cronológico):

Sons of Sun: Vindictive Blue

Sons of Sun: Dead Life

Breve biografía: Integrante de los SS de Sudamérica. Como calavera que es, se alimenta de las flores que dan nombre a su especie (la misma que lleva tatuada en la pelvis). Usa blanqueador cada vez que se ducha y bebe mucha leche; aunque es mejor no mirarla cuando lo hace. La piel sobre sus huesos no es más que una ilusión así que tocarla puede acabar siendo una sorpresa. Protege su corazón, la fuente de su vida, como si fuera de oro. Y más conviviendo con un demonio azul.
Es una chica alegre que quiere demostrar que incluso una especie tan pacífica como la suya puede tener un lado salvaje.
Su lema: Vivir el momento.

Personaje: Gabriel De Noir

Versión definitiva el 8/VIII/13 del boceto del 9/V/11

Nombre: Gabriel De Noir

Especie declarada: Vampiro (upir)

Fecha de nacimiento: 4 de marzo de 1706
Origen: Agde, Francia.

Apariciones (por orden cronológico):

DarkWalkers: Gabriel's Diary

DarkWalkers: Bell's Awakening

DarkWalkers: Sons of Sun

Sons of Sun: Dead Life

DarkWalkers: Queen's Fall

Breve biografía: Gabriel fue convertido por una vampiresa llamada Margueritte. Tras perder prácticamente todos los recuerdos de su pasado, decide seguir esta nueva vida que se le ha concedido a su propia manera.

Boceto del 9/V/11

Es un hombre pensativo, retorcido y egoísta. Rige sus actos basándose en una sola norma: lo menos complicado.

Presentación de personajes

Desde bien pequeña me ha gustado dibujar, así que iré colgando los personajes de la saga DarkWalkers (y Sons of Sun) para que los vayáis conociendo^^

De momento os enseño una versión antigua de Bell, protagonista de la primera novela:

 DarkWalkers: Bell's Awakening

(Tengo que hacer una versión de ella con mi estilo de dibujo actual jeje)

DW: Sons of Sun (fragmento)

  -      Me quedo –le dije, y sus pupilas se dilataron. Su flujo mental pasó de ser el filo de un precipicio a un mar de miel.

   Me quedé completamente quieto cuando Astrid tiró de la apertura de mi chaleco. Tiró de él para quitármelo de los hombros y, en vez de dejarlo caer, se hizo con él y lo tiró a un lado con inesperada fuerza. No tuvo paciencia con mi camiseta y la rompió para tirar los restos junto al chaleco. Casi no pude contener una sonrisa cuando se encontró con el traje autoajustable. Frunció el ceño como sólo ella sabe hacer y convirtió sus labios en una mueca diminuta de desagrado. Me cogió las muñecas para inspeccionar la tela e, incapaz de esperar, agarré una de sus manos y la llevé a mi nuca para que encontrara el botón que pliega el traje. Hice que lo pulsara y me quedé en pantalones.